Rápido, no puedes perder ni un segundo más. Tienes que verte las caras con las adverbiales sea como sea. Vamos, llevan esperándote un buen rato.
subordinadas adverbiales
▶ En nuestra gira por las oraciones subordinadas, tenemos que hacer una parada obligatoria en las subordinadas adverbiales. No pierdas detalle y aprende a analizarlas con SINTAXIS PARA TORPES.
Sepamos primero qué son las subordinadas adverbiales. Estas proposiciones forman parte de una oración compuesta y vienen a complementar a un verbo principal. Este tipo de proposiciones subordinadas, como si nombre indica, equivalen a un adverbio.
De hecho, la gran mayoría de proposiciones subordinadas adverbiales se pueden sustituir directamente por un adverbio.
Hazlo como te enseñé. > Hazlo así. Proposición subordinada adverbial
Cuando vuelvas a casa te lo contaré. > Entonces te lo contaré. Proposición subordinada adverbial
Pero que estas proposiciones equivalgan a un adverbio no quiere decir que siempre se puedan sustituir por esta categoría gramatical. Aunque, en cualquier caso, la función principal de las subordinadas adverbiales es la de un complemento circunstancial que modifica el significado del verbo principal.
tipos de subordinadas adverbiales
Como ya vimos al estudiar el complemento circunstancial, hay realidades que no pueden ser expresadas por medio de adverbios aunque no por ello dejan de ejercer esta función gramatical. Esto se traduce en dos tipos de subordinadas adverbiales fundamentales: las propias y las impropias.
Eso sí, se puedan sustituir por un adverbio (propia) o no (impropia), las proposiciones subordinadas adverbiales siempre realizan la misma función de complemento circunstancial en la proposición principal.
No sé cómo hacer este ejercicio. Proposición subordinada sustantiva
Desconocemos el modo como haremos este ejercicio. Proposición subordinada adjetiva
Haremos este ejercicio como podamos. Proposición subordinada adverbial
subordinadas adverbiales propias
Las proposiciones subordinadas adverbiales propias son las más fáciles de identificar. Son sustituibles por un adverbio que hace referencia al modo, al tiempo o al lugar en el que se produce una acción.
De esta manera, las adverbiales de tiempo incorporan nexos como "cuando", "mientras", "apenas" o "antes que". Además de incorporar una referencia temporal, su misión en la oración es la de complemento circunstancial de tiempo del verbo principal.
Apenas me senté, llamaron por teléfono. Proposición subordinada adverbial
Mientras hablábamos, preparamos la comida. Proposición subordinada adverbial
Cuando cayó la tarde, vimos la puesta de sol. Proposición subordinada adverbial
Llegada la mañana, todo se aprecia con claridad. Proposición subordinada adverbial
Entre las propias, también se encuentran las subordinadas adverbiales de lugar. Su nexo de cabecera es "donde" y todos sus equivalentes.
El concierto se celebrará donde haya espacio. Proposición subordinada adverbial
Para completar este grupo, tenemos las subordinadas adverbiales de modo. Como no podía ser de otra manera, su nexo predilecto es "como". También admiten de nexo alternativas adverbiales como "según", "tal como" e incluso un verbo en gerundio que se comporta como un adverbio (tal y como estudiamos en las formas no personales de las verbos impersonales).
Colocamos los muebles tal como nos indicó la encargada. Proposición subordinada adverbial
Le robaron la cartera rajando el bolso por abajo. Proposición subordinada adverbial
He preparado ese bizcocho como lo hago siempre. Proposición subordinada adverbial
subordinadas adverbiales impropias
Ahora vamos con las subordinadas adverbiales impropias. Lo importante es que este tipo de proposiciones no pueden ser sustituidas por un adverbio; se debe a que el lenguaje no ha encontrado una forma adverbial para representar realidades complejas como la causa o la finalidad de una acción.
Asimismo, los nexos de las proposiciones subordinadas adverbiales impropias suelen ser conjunciones o locuciones conjuntivas. A continuación, vemos cuáles son estos nexos pero antes hay que aclarar que las adverbiales impropias se dividen en dos tipos: las que tienen función (complemento circunstancial) y las que carecen de ella.
subordinadas adverbiales finales
Las subordinadas adverbiales finales son un tipo de proposición impropia (no sustituible por adverbio) pero que desempeñan la función de complemento circunstancial de finalidad.
Su misión es señalar el propósito de una acción y para ello se sirven de nexos que expresan esa finalidad; tales como "para", "para que", "a fin de que", "con el objeto de" o "con vistas a".
El profesor volverá a explicar la frase para que todos nos enteremos. Subordinada Adverbial - C. C. de finalidad
subordinadas adverbiales causales
Las otras proposiciones impropias que tienen función son las subordinadas adverbiales causales. Su nombre ya nos da una pista de lo que hacen: señalar la causa de la acción.
Asimismo, la función que desempeñan también es clara: complemento circunstancial de causa. Para ello, recurren a nexos como "porque", "pues", "ya que", "puesto que", "a causa de que" o "debido a que".
No puedo ir de paseo porque no tengo tiempo. Subordinada Adverbial - C. C. de causa
Como nadie me abría la puerta, supuse que no estaban. Subordinada Adverbial - C. C. de causa
subordinadas adverbiales sin función
Hasta aquí todas las subordinadas adverbiales ejercían la función de complemento circunstancial del verbo principal. Pero también tenemos otra clase de subordinadas adverbiales sin función.
Ya sea porque modifican el significado de toda la frase o de otro adyacente que no es el verbo principal, estas subordinadas adverbiales impropias carentes de función se comportan como anexos de la oración.
En este sentido, las proposiciones subordinadas adverbiales impropias sin función (menudo nombre más largo), que se comportan como un adyacente de una palabra distinta al verbo de la proposición principal, pueden ser comparativas o consecutivas.
Por su parte, aquellas impropias sin función (no pienso repetir su nombre completo nunca más), que modifican el significado global de la proposición principal, pueden ser consecutivas no intensificadoras, concesivas y condicionales.
Pasamos a desengranar cada una.
subordinadas adverbiales comparativas
Las proposiciones subordinadas adverbiales comparativas, como cualquier comparación, necesitan al menos dos elementos para poder comparar el uno con el otro. Así, el primer término de la comparación en este tipo de oraciones, aparece en la proposición principal y el segundo término comparativo lo constituye la proposición subordinada adverbial.
Los nexos marca de la casa de este tipo de adverbiales son "más... que", "menos... que", "tan... como" e "igual que". Mucha atención porque estos nexos implican también la omisión de elementos de la frase para facilitar la economía del lenguaje.
Esta camiseta vieja tiene más agujeros que un colador. Subordinada adverbial comparativa
subordinadas adverbiales consecutivas
Las subordinadas adverbiales consecutivas se consideran intensificadoras o no intensificadoras. Las intensificadoras vienen a expresar la consecuencia de un elemento al margen del verbo principal. Para ello, disponen de un nexo echo a medida: "tan... que".
Es tan alta que no cabe por la puerta. Subordinada adverbial consecutiva intensificadora
Por su parte, las subordinadas adverbiales consecutivas no intensificadoras expresan también la consecuencia, pero en este caso de la acción del verbo principal. De esta manera, modifican el significado global de la oración y no solo de uno de sus adyacentes (como hacen las intensificadoras).
Asimismo, los nexos habituales de las no intensificadoras son "así que", "con que", "por lo tanto" o "luego".
Yo no he cobrado así que no voy. Subordinada adverbial consecutiva no intensificadora
subordinadas adverbiales concesivas
Las subordinadas adverbiales concesivas también modifican el significado del verbo principal. El cometido de este tipo de proposiciones subordinadas es expresar una dificultad para que la proposición principal se cumpla.
Para este propósito, incorporan nexos como "aunque", "a pesar de que" o "aún cuando".
Aunque llueva, saldré. Subordinada adverbial concesiva
subordinadas adverbiales condicionales
Finalmente (y nunca me ha alegrado tanto decir esta palabra mientras escribo una entrada), tenemos que ver las subordinadas adverbiales condicionales. De nuevo, modifican el significado del verbo principal y vienen a plantear una condición para que se cumpla la acción que plantea este.
Los nexos más usados en este tipo de adverbiales son "si", "siempre que" o incluso "como no", casi a modo de amenaza.
Como no seas puntual, no te esperaré. Subordinada adverbial condicional
También hay un caso de adverbial condicional que, aunque raro, puede aparecer. Se presenta con la forma de la conjunción "si" aliada con otro verbo. Como en este ejemplo:
Habríamos ido a la fiesta de habernos enterado. Subordinada adverbial condicional