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Las CATEGORÍAS GRAMATICALES ✔️


A continuación, descubrirás cuáles son las categorías gramaticales y, sobre todo, entenderás por qué las necesitas como agua en el desierto. Si te grabas todas a fuego lento en la memoria, podrás llevártelas contigo para siempre.



categorías gramaticales


No te dejes impresionar por un nombre tan rimbombante, las categorías gramaticales son, simple y llanamente, tipos de palabras. Lo que pasa es que la sintaxis se las da de guay y le ha puesto el apodo de "categorías" a las palabras que se parecen.

De esta manera, podemos agrupar las palabras en diferentes familias y cada uno de estos grupos constituye una categoría gramatical.

Si seguimos este esquema, podemos decir que "cantar", "comer" o "salir" son el mismo tipo de palabra. Todas son un verbo, que es considerado como una categoría gramatical y seguramente la más importante de todas.


clases de palabras


Para la RAE, las categorías gramaticales son clases de palabras.El hecho de que las palabras estén clasificadas en grupos, le facilita el trabajo a la gramática.

Al formar unidades y conjuntos gramaticales, se puede estudiar su comportamiento y establecer unas reglas para que las categorías sepan cómo comportarse en una oración.

La clave es que aquellas palabras que pertenecen a una misma categoría gramatical tienen rasgos comunes. Es más, llegan a intercambiarse los papeles y a confundirse unas con otras.

Por eso, para no liarnos, tiraremos siempre de las reglas gramaticales que nos guiarán paso a paso durante el análisis sintáctico de cualquier oración.

Además, las palabras de una y otra categoría se relacionan entre sí y pueden juntarse en pandillas gramaticales que estudiaremos como sintagmas.

Otro rasgo de cualquier categoria gramatical de las palabras es que todas pueden realizar determinadas funciones sintácticas que la sintaxis les asigna en una oración.

Tanto es así, que de ahora en adelante podemos establcer el siguiente principio gramatical. Tatúate esto en la memoria: una categoría gramatical desempeña una función sintáctica en la oración.

Recuerda esto cada vez que se te nuble la vista al tratar de analizar una oración. Respira hondo y repite este principio como su fuera el mantra de la sintaxis.


categoría gramatical


La característica que comparten casi todas las categorías gramaticales es sintáctica. Resulta que la versión de fábrica de una categoría gramatical cuenta con un 'núcleo', es decir, una palabra de base que es capaz de atraer hasta su órbita otras categorías gramaticales.

De esta manera, un núcleo gramatical puede aparecer solo o rodeado de otras palabras. Eso sí, todas las que acaben atrapadas pasarán a formar parte de su grupo o sintagma.

Como viste, la teoría sobre la gramática gravitacional tiene un fallo, mejor dicho, un par de excepciones. Pero, ¿qué regla no las tiene? Vamos a darle una oportunidad para ver si funciona.

Por suerte, antes solo tuve que tachar una palabra aunque no pude elevar a regla que todas las categorías gramaticales constituyen un núcleo gramatical. Eso sí y recalco lo de sí un par de veces más, lo que sí pueden hacer todas las categorías es agruparse en conjuntos gramaticales.


tipos de categorías gramaticales


En este punto, con esta teoría sí que podemos distinguir dos grandes tipos de categorías gramaticales. Por un lado, las categorías que realizan la función de núcleo. Por descontado, asumimos que el núcleo gramatical permite construir un sintagma.

Volviendo con la banda de categorías gramaticales en castellano que cuentan con un núcleo gramatical perfectamente definido se encontraría, por supuesto y el primero, el verbo. Siempre hay uno en la frase y puede estar acompañado (o no) de sustantivos, adjetivos y adverbios.

Por otro, hay un tipo de categorías que (hacen magia iba a decir, pues no pero casi) son capaces de conectar dos o más categorías al mismo tiempo. Pueden llegar a ser muchísimos más, los que quieras de hecho.

Todo depende de tu capacidad para enrollarte como una persiana. En sintaxis esto se traduce en usar preposiciones para enlazar unos palabras con otros o, también, en acoplar gigantescas oraciones unas con otras por medio de conjunciones.

Pero, antes de que te explote la cabeza con las oraciones, vamos a hacer un barrido conceptual empezando por repasar todas las categorías gramaticales. Una por una.

Verbo


El verbo es el motor de la gramática. Como cuando en un rodaje alguien grita ¡Acción! y todo se pone en marcha. Eso es justamente lo que hacen los verbos, indicar lo que ocurre, a veces es una acción y otras es, simplemente, un accidente.

En cualquier caso, algo ocurre cuando esta categoría aparece. Vale que en la época de las cavernas podíamos comunicarnos con un simple gruñido. Incluso un arqueo de cejas bastaba para que te dejaran comer en paz. Pero todo es mucho más sencillo con la información que transmiten los verbos.

Además de hablar, comer y vivir, hay otra serie de elementos verbales con los que te tienes que familiarizar. De lo contrario, corres el riesgo de caer en sus trampas. En particular, debes estar alerta a lo siguiente.

Según la RAE, el verbo es una clase de palabras que cuenta con las nociones de "de persona, número, tiempo, modo y aspecto". También distingue entre distintos tipos de verbos, como los verbos activos o los verbos copulativos que vemos a continuación.


Verbos copulativos


Hay un tipo de verbos que merecen una mención especial. Se trata de los verbos copulativos, que son "ser", "estar" y "parecer".

La característica de los verbos copulativos es que necesitan un complemento obligatorio al lado para completar su significado. Este complemento realiza la función de atributo dentro de un predicado nominal.

Verbos impersonales


Hay un grupo de verbos considerados como verbos impersonales porque carecen de sujeto gramatical. No es que el verbo esté sin conjugar y no conste de un sujeto morfológico, lo que ocurre es que siempre es el mismo. Este es la tercera persona de singular (hay, llueve).

Sin embargo, gramaticalmente no existe la noción de sujeto con los verbos impersonales. Es decir, nadie realiza la acción designada por el verbo.

Todo verbo conjugado en español incorpora un morfema de persona. Este morfema hace referencia a la primera, segunda o tercera persona de singular (yo, tú, él) o de plural (nosotros, vosotros, ellos).

Gracias a ello, podemos prescindir del pronombre personal y saber en todo momento el sujeto morfolófico del verbo. Como cuando dices "canto" o "cantas", que no hace falta indicar quién canta porque lo damos por sabido.

Ahora bien, hay un tipo de verbos que solo tienen un sujeto morfolófico. Se trata de los verbos impersonales que, aunque no tienen un sujeto gramatical, sí que cuentan con un sujeto morfológico.

Este morfema de persona del verbo impersonal siempre es la tercera persona de singular. Lo podemos ver en acción, por ejemplo, cuando decimos que "llueve" o "hay".


Perífrasis verbales


A pesar de su nombre tan estrafalario, las perífrasis verbales son algo tan simple como dos verbos unidos. Pues sí, hay veces que dos verbos se fusionan y pasan a formar una única unidad verbal que no podemos confundir con oraciones compuestas de dos verbos independientes.

Lo que se produce en una perífrasis verbal es que se asocian un verbo auxiliar y verbo auxiliado. Así, construcciones como "puede cantar" o "suele venir" son ejemplos de perífrasis en las que dos verbos han pasado a compartir el núcleo verbal de un predicado.


Sustantivo


Sin los sustantivos no sabríamos el nombre de nada y tendríamos que estar señalando todo el rato con el dedo. Tal cuel, como bebés que aún no saben hablar el idioma.

Cualquier idea, cosa, ser vivo que se te ocurra tiene una palabra que lo define. Esa es el sustantivo. Como paz, mesa, gata o niña.

Determinantes


Las palabras que mejor se entienden con un sustantivo y suelen viajar con él en un sintagma nominal son los determinantes.

Según la RAE, los determinantes son una "clase de palabras cuyos elementos determinan al sustantivo o al grupo nominal y se sitúan generalmente en posición prenominal (delante del nombre)".

A su vez, la RAE establece los siguientes tipos de determinantes.

Determinantes definidos


Los determinantes definidos señalan un sustantivo que el interlocutor puede identificar. Los más importantes son los artículos definidos: él, la, los y las.

Determinantes indefinidos


Los determinantes indefinidos señalan un sustantivo que el interlocutor no puede identificar. Los más importantes son los artículos indefinidos: un, una, unos y unas.

Determinantes demostrativos


Los determinantes demostrativos señalab un sustantivo y establece la distancia física o temporal con el interlocutor.

Establecen un distanciamiento desde un punto de referencia cercano hasta uno lejano y pueden agruparse de acuerdo a dicha distancia.

Distancia corta: este, esta, estos y estas. Distancia media: ese, esa, esos y esas. Distancia lejana: aquel, aquella, aquellos y aquellas.

Determinantes posesivos


Los determinantes posesivos señalan un sustantivo y establece una relación de pertenencia o posesión con el interlocutor.

De acuerdo a la persona y el número, los determinantes posesivos son: mi, mis, tu, tus, su, sus, nuestro, nuestros, nuestra, nuestras, vuestra, vuestras.

Estos determinantes posesivos pueden declinar en pronombres posesivos: mío, mía, míos, mías, tuyo, tuya, tuyos, tuyas, suyo, suya, suyos, suyas, nuestros, nuestras, vuestros y vuestras.

Determinantes exclamativos


Los determinantes exclamativos, además de señalar un sustantivo, permiten crear una expresión exclamativa. El más importante es ¡qué! pero no es el único.

Determinantes interrogativos


Los determinantes interrogativos, además de señalar un sustantivo, permiten crear una expresión interrogativa. El más importante es ¿qué? pero tampoco es el único.

Pero, basta ya de determinantes y pasemos a otra categoría gramatical relacionada con el sintagma nominal.


Pronombres


Si los sustantivos son siempre el núcleo de un sintagma nominal, no podemos perder de vista a los pronombres. La magia del pronombre es que puede sustituir a cualquier sustantivo en una oración

Según la RAE, un pronombre sirve "para referirse a las personas, los animales o las cosas sin nombrarlos". Hay distintos tipos de pronombres, como se cita en su definición "ella, esto, quién son pronombres".

Pero, los pronombres que más nos interesan ahora son los que se han ganado el pleno de derecho de quedarse un sintagma nominal para ellos solitos y asumir la función sintáctica que tuviera asignada.

Pronombres personales


Tienes más interiorizados los pronombres personales de lo que te imaginas. Estos pronombres sirven para identificar a las personas que intervienen en una conversación.

Los pronombres personales en español son "yo", "tú", "él", "ella", "nosotros", "nosotras", "vosotros", "vosotras", "ellos" y "ellas". Todos y cada uno son por méritos propios y a efectos prácticos un sintagma nominal.

Pronombres indefinidos


Hay veces en las que no queremos especificar la persona o personas de las que hablamos. Para dejarlo como una noción vaga que no queremos aclarar, usamos los pronombres indefinidos.

Así, "alguien", "algunos" o "nadie" son ejemplos de pronombres indefinidos. Como tales, pueden asumir el papel y la función de un sintagma nominal en una oración.


Adjetivo


Como tenemos alma de escritores, nos encanta describir las cosas que vemos y para eso, nada mejor que un buen puñado de adjetivos. Esta categoría califica y especifica qué tipo de sustantivo tenemos delante.

De esta manera, el adjetivo no puede estar sin un sustantivo al que meterle el dedo en el ojo. También viaja con los verbos pero siempre mirando de reojo al nombre.

Según la RAE, el adjetivo forma parte de la familia de palabras que "modifican a un sustantivo o se predican de él, y denotan cualidades, propiedades y relaciones de diversa naturaleza".

Así, algunos adjetivos que podemos citar aquí son agradable, simpático, inteligente, cariñoso, etc. La característica principal del adjetivo es su concordancia de género y número con el sustantivo al que complementa.

No obstante, ocurre que un adjetivo puede quedar inmovilizado en género y número. En estos casos en los que el adjetivo queda bloqueado en masculino singular, estamos ante un adverbio adjetival.

Estos adjetivos adverbializados y que, por tanto, consituyen un sintagma adverbial los vemos en ejemplos como "habla alto" o "trabajan duro".


Adverbio


Si hay un amigo fiel, ese es el adverbio. Siempre apoyando a los verbos en su causa. Encima, el verbo no es nada agradecido con ellos y puede quitárselos de encima rápidamente.

El adverbio es una categoría gramatical cuya tarea en el idioma es completar el significado de un verbo o de otra categoría gramatical. Además, ejerce de núcleo de un sintagma adverbial que suele estar integrado dentro de un sintagma verbal.

Según la RAE, el adverbio es una clase de palabras invariable que:

"modifican el significado de varias categorías, principalmente de un verbo, de un adjetivo, de una oración o de una palabra de la misma clase"
.

Muchos adverbios en español son el resultado de adverbializar otra palabra por medio del sujifo -mente. Así, al añadir esta terminación, podemos fabricar cualquier adverbio que se nos ocurra.

Por ejemplo, podemos encontrarnos con el adverbio "difícilmente" derevido del adjetivo "difícil" o con el adverbio "rápidamente" derivado de "rápido".


Adverbio adjetival


Asimismo, un sintagma adjetival puede quedar adverbializado si aparece en la oración con el género y número bloqueados en masculino singular.

En estos casos, hablamos de un adverbio adjetival más que de un adjetivo como tal, que sí mantiene la concordancia de género y número con un sustantivo.


Adverbio comparativo


El adverbio también puede asociacer con la conjunción "que" para construir estructuras comparativas de superioridad o inferioridad.

De esta manera, surge un adverbio comparativo al decir, por ejemplo, "peor que" o "mejor que".


Adverbio indefinido


En español tenemos palabras camaleónicas que pueden cambiar de categoría gramatical según la función sintáctica que realicen en la oración. Es el caso de "mucho".

La palabra mucho puede ser desde un adjetivo que determina a un sustantivo (Mucho trabajo.) hasta un pronombre (Muchos trabajan.). Pero también puede ser un adverbio indefinido (Trabajas mucho).


Preposición


La preposición, más que una categoría, parece una locomotora. Le encanta enlazar otras catagorías y arrastrarlas hasta el fin del mundo. Bueno, no tanto, lo que hace es unirlas a un verbo o a otro sustantivo.

La misión de las preposiciones es enlazar un sintagma nominal, bien sea para complementar a otro sustantivo o para viajar con el verbo y realizar una función dentro del sintagma verbal.

Según la RAE, la preposición es un tipo de palabra "invariable" que se caracteriza por "introducir un término, generalmente nominal u oracional, con el que forman grupo sintáctico".

La lista de preposiciones en español es esta:

A, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, según, sin, so, sobre, tras, versus y vía.


Todas estas categorías qe hemos visto, pueden constituir sintagmas, otros ejemplos de categorías gramaticales. Cada uno, llevará inscrito en el título la categoría a la que representan. De ahí que tengamos sintagmas verbales, nominales, adjetivales, adverbiales o preposicionales.

Conjunción


Cuando salieron, hemos mirado para otro lado cuando aperició la conjunción. No fue por hacerla de menos, ya que esta categoría gramatical superpoderosa nos permite conectar proposiciones para poder construir frases complejas. Así, si la preposición conecta sintagmas, las conjunciones son las juntas de las oraciones complejas. Aguantan todas las proposiciones que les echen.


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